Inma, Eli, Marina y yo hemos presentado la imagen que encuentras, justo encima de esta frase, explicando el aparato digestivo y el paso del alimento por él. A continuación, procederé a explicártelo a ti:
El alimento, al ser ingerido, comienza a ser masticado por los dientes en la boca. Así comienza la primera digestión de todas, la digestión mecánica. Mientras tanto, las glándulas salivales segregan la saliva, una sustancia compuesta por una enzima (la amilasa) que se mezclará con el alimento y romperá el almidón. A este procedimiento se le conoce como la primera digestión química. Así se forma el bolo alimenticio.
El bolo llega hasta la faringe donde se encuentra una válvula de transición llamada epíglotis. Esta válvula impide que pase a las vías respiratorias y así no nos ahoguemos. Ahora, en el esófago, mediante una serie de movimientos que realizan sus paredes llamados movimientos peristálticos, continua hasta el estómago.
Al llegar al estómago, se abre una válvula para que entre el bolo, el cardias. En el estómago, el pepsinógeno se transforma en pepsina y, junto con otras enzimas del estómago, consiguen absorber los nutrientes necesarios y así crear el quimo. éste último se crea gracias a la segunda digestión química. Bien, ahora se abre la válvula (pílolo) situada al final del estómago para dejar pasar al quimo al intestino delgado.
El intestino delgado se divide en tres partes; el duodeno, el yeyuno y el íleon (en ese orden). En el duodeno se vierte la bilis , una sustancia segregada en el hígado y que emulsiona (separa las moléculas de grasa), mediante las sales biliales, el quimo. También se vierte el jugo pancreático (sintetizado en el páncreas) para emulsionar las grasas también. Así se forma el quilo. Entonces se absorben los nutrientes gracias a las vellosidades intestinales (formadas por las microvellosidades) que permitirán que éstos, pasando como triaciglicéridos; lleguen por las paredes intestinales a la linfa y más tarde, a la sangre. Lo que queda del quilo continua su trayecto por el yeyuno y por el íleon para así acabar en el intestino grueso.
Allí, ya que se han absorbido previamente los nutrientes; lo único que llega es el quilo pero formado simplemente por agua, sales minerales y materia orgánica. El agua y las sales minerales son absorbidas creando las heces fecales. Éstas últimas se quedan en el recto durante unas 24 horas aproximadamente, para así ser expulsadas por el ano.